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Mover la Tierra

Mover la Tierra
Respuesta de la NASA al calentamiento global:
Robin McKie-Editor científico The Guardian, 10 de junio de 2001
Los científicos han encontrado un modo extraordinario de impedir el
calentamiento del planeta: llevarlo a un lugar más fresco. Lo único que
hay que hacer es lanzar algunos cometas sobre la Tierra y su órbita
quedará alterada. Entonces nuestro mundo saldrá dando vueltas hacia
un lugar más fresco y seguro en el sistema solar. Esta sorprendente idea
para mejorar nuestro vecindario planetario es hija de un grupo de
ingenieros de la NASA y de astrónomos americanos que afirman que su
plan podría añadir otros seis mil millones de años a la duración de
nuestro planeta, doblando así efectivamente su vida operativa.
«La tecnología necesaria no es inalcanzable en absoluto», dijo el doctor
Greg Laughlin, del centro de investigación Ames de la NASA en
California. «Se requiere la misma tecnología que algunos sugieren que
se podría utilizar para desviar asteroides o cometas que se dirigieran
hacia la Tierra. No necesitamos fuerza bruta para mover el planeta, sólo
planificación y maniobras delicadas.» El plan propuesto por el doctor
Laughlin y sus colegas Don Korycansky y Fred Adams requiere
direccionar cuidadosamente un cometa o asteroide para que pase junto
a nuestro planeta y transfiera parte de su energía gravitatoria a la
Tierra. «La velocidad orbital de la Tierra aumentaría consecuentemente,
y nos trasladaríamos a una órbita superior más alejada del Sol», dijo
Laughlin. Entonces los ingenieros dirigirían su cometa para que pasara
cerca de Júpiter o Saturno, donde ocurriría el proceso inverso: tomaría
energía de uno de estos planetas gigantes. Posteriormente, su órbita lo
devolvería a la Tierra, y el proceso se repetiría. A corto plazo, el plan proporciona una solución ideal para el calentamiento global, aunque al
equipo le preocupaba un peligro más grave. El Sol está destinado a
calentarse en un plazo aproximado de mil millones de años, de tal modo
que pondrá en serios aprietos nuestra biosfera y nos «freirá». De ahí la
decisión de este grupo de científicos de intentar salvar la Tierra. «Lo
único que hay que hacer es sujetar un cohete químico a un asteroide o
cometa y dispararlo en el momento adecuado», añadió Laughlin. «Es
ciencia básica.» Sin embargo, el plan presenta uno o dos aspectos preocupantes. Para empezar, los ingenieros espaciales habrían de tener mucho cuidado en el direccionamiento de sus asteroides o cometas hacia la Tierra. El menor error de cálculo podría hacerlos estallar directamente sobre ella, lo que produciría consecuencias devastadoras. Este es un punto que todo el grupo reconoce.
«La colisión de un objeto de cien kilómetros de diámetro con la Tierra a
velocidad cósmica esterilizaría la biosfera de la manera más eficaz, al
menos hasta el nivel de las bacterias», dicen en un artículo publicado en
Astrophysics and Space Science. «El peligro es enorme.»
Y también está la debatida cuestión de la Luna. Como apunta Scíentific
American, si la Tierra fuera sacada de su órbita actual, es «muy probable
que la Luna fuera arrancada del planeta», dice, lo que alteraría
radicalmente nuestro clima. Los científicos aceptan estas críticas.
«Nuestras investigaciones han mostrado lo delicadamente que está
situada la Tierra dentro del sistema solar», admite Laughlin. «No
obstante, nuestro trabajo tiene consecuencias prácticas. Nuestros
cálculos muestran que para llevar la Tierra a una órbita más lejana y
segura, tendría que pasar por zonas inestables, y habría que moverla
con gran cuidado. Cualquier astrónomo que estuviera observando
nuestro sistema solar sabría que ha ocurrido algo inusual, y se daría
cuenta de que una forma de vida inteligente es responsable de ello.» Y
lo mismo es válido para nosotros.
Cuando observamos otros sistemas solares y detectamos planetas
alrededor de otros soles —esto es algo que estamos empezando a
hacer—. podríamos ver que se han producido movimientos de planetas.
Esto nos facilitaría la primera prueba del trabajo de seres
extraterrestres.

Indicios de planetas vagabundos asombran a los científicos del Hubble
http://oposite.stci.edu/pubinfo/PR/2001/20/pr.html
28 de junio de 2001

Atravesando con aguda visión el núcleo de un cúmulo estelar globular, el
telescopio espacial Hubble, de la NASA, ha descubierto indicios intrigantes
de lo que podría ser una extraña e inesperada población de objetos
vagabundos del tamaño de planetas.
En los resultados publicados esta semana en Nature, la revista de
ciencia internacional, Kailas Sahu (Instituto de Ciencia del Telescopio
Espacial, Baltimore) y sus colegas han informado de seis sucesos
«microlente» anormales dentro del cúmulo globular M-22. Este
fenómeno llamado «microlente» se produce cuando una estrella situada
en el trasfondo se vuelve momentáneamente más brillante debido al
tránsito de un objeto por delante de ella. Los inusuales objetos
supuestamente causantes de estos sucesos son demasiado tenues para
ser vistos directamente, pero se detectan porque sus campos
gravitatorios amplifican la luz de una estrella distante situada en el
trasfondo, en el enorme núcleo central de nuestra galaxia. El fenómeno
«microlente» ha sido usado anteriormente para buscar objetos de poca
masa en el disco y halo de nuestra galaxia, pero la aguda visión del
Hubble es esencial para sondear más detenidamente el interior de los
cúmulos globulares.
Desde el 22 de febrero hasta el 15 de junio de 1999, Sahu y sus colegas
hicieron el seguimiento de 83.000 estrellas, detectando claramente un
fenómeno «microlente» causado por una estrella enana normal del
cúmulo (con aproximadamente un décimo de la masa de nuestro sol). A
consecuencia del fenómeno, la estrella del fondo pareció hacerse diez veces más brillante, y volvió a su nivel normal de brillo dieciocho días después.
Además del suceso «microlente» causado por la estrella enana, Sahu y
su equipo registraron seis sucesos aún más interesantes e inesperadamente breves, en los que una estrella del fondo adquirió el doble de brillo durante un periodo de menos de veinte horas, y recuperó seguidamente su nivel normal. Esto significa que los objetos que
provocaron esta reacción debían de ser mucho más pequeños que una
estrella de tamaño medio.
Estos fenómenos «microlente» fueron anormalmente breves, lo que
indica que la masa del objeto podría ser como mínimo unas ochenta
veces la masa de la Tierra. Anteriormente nunca se habían detectado
objetos tan pequeños por «microlente». Si las próximas observaciones
realizadas con el Hubble confirman los resultados, los cuerpos serían los
objetos celestes más pequeños jamás detectados que no orbitan
alrededor de una estrella.
Entonces, ¿qué son? Teóricamente podrían ser planetas que han sido
arrancados gravitatoriamente de sus estrellas madres del cúmulo. Sin
embargo, se estima que forman hasta el 10% de la masa del cúmulo, y
que son demasiado numerosos para ser planetas «huérfanos»
vagabundos. Los resultados son tan sorprendentes que los astrónomos advierten que
estas conclusiones preliminares deben ser confirmadas por nuevas
observaciones. Si se verifican, estos habitantes oscuros podrían ofrecer
nuevas comprensiones respecto a la formación de las estrellas y
planetas al comienzo del universo. «La excelente precisión del Hubble nos
permitió realizar estas notables nuevas observaciones, demostrando
nuestra capacidad de ver objetos muy pequeños», dice Sahu. «Esto
contiene un tremendo potencial para futuras búsquedas de objetos
oscuros de poca masa.»
«Como sabemos que los cúmulos globulares como el M-22 son muy
antiguos, este resultado abre nuevas e interesantes oportunidades de
descubrir y estudiar los objetos tipo planeta que formaron el universo
original», añade el coinvestigador Niño Panagia (European Space Agency
y Space Telescope Science Institute). «Esta observación inicial muestra
que el método de «microlente» funciona estupendamente», afirma el
coinvestigador Mario Livio (Space Telescope Science Institute).
Como los sucesos «microlente» son breves, imprevisibles y raros, los
astrónomos aumentan sus posibilidades de observarlos mirando muchas estrellas a la vez, de manera muy parecida a cómo uno compra muchos billetes de lotería al mismo tiempo. La mayoría de las búsquedas «microlente» están orientadas al núcleo central de nuestra galaxia, o hacia las Nubes de Magallanes, las regiones observables con más densidad de estrellas del cielo. En general, estas exploraciones cubren áreas más grandes que la luna llena, y buscan objetos situados a medio camino entre nosotros y las estrellas del trasfondo.
Sahu y su equipo han aprovechado la soberbia resolución del Hubble y la
estrechez de su campo de visión para dirigir el telescopio directamente
al centro del cúmulo globular de estrellas situado entre la Tierra y la
protuberancia galáctica. Esto ha ofrecido al equipo una región estelar
muy densa en la que buscar objetos vagabundos de poca masa sobre un
rico campo de estrellas de fondo. Sólo la resolución del Hubble es
suficientemente potente para penetrar el poblado centro del cúmulo y
ver estrellas mucho más distantes en la protuberancia galáctica. Como
los objetos enfocados eran parte del cúmulo, los astrónomos también
han podido facilitar una distancia precisa (8500 años luz) y una
velocidad para ellos.
En un suceso «microlente» normal, la estrella del fondo gana brillo y,
transcurrido un periodo de tiempo que depende de la masa del cuerpo que hace de lente, lo vuelve a perder. Los cortos y «dudosos» sucesos vistos por el equipo son más breves que el intervalo entre observaciones del Hubble, lo que ha conducido a estimar la masa del objeto en, como máximo, una cuarta parte de la de Júpiter. Para confirmar estos resultados extraordinarios pero tentativos, Sahu y sus colegas planean seguidamente hacer un seguimiento continuo del
centro del cúmulo globular durante un intervalo de siete días. Esperan
detectar de diez a veinticinco breves fenómenos «microlente»,
suficientemente bien escogidos para ofrecer mediciones directas de las
verdaderas masas de los pequeños cuerpos.

Este artículo está publicado conjuntamente por la NASA,
http://www.nasa.gov , y ESA, http://www.esrin.esa.it
Informe del doctor Virgilio Sánchez-Ocejo
Miami UFO Center
www.ufomiami.homestead.com/index.html
15 de junio de 2001

Según los informes obtenidos por Marcial Campos Maza, periodista de la
agencia de noticias EFE de Chile, tropas chilenas capturaron tres
criaturas (chupacabras) en el desierto cercano a la mina Rodomiro
Tomic, al norte de Calama, en Chile. Después de la persecución, el
ejército abrió fuego y un soldado chileno resultó muerto. Las tres
criaturas —macho, hembra y cría— estuvieron encerradas en los
barracones del regimiento durante varias horas. A continuación, se
informó de que un equipo de la NASA llegó en helicóptero para hacerse
cargo de ellas.
Algunos residentes de Calama afirman que los «chupacabras» son
creaciones de la NASA. «A los gringos se les escaparon al menos tres
experimentos genéticos, y sólo han sido capaces de capturar a dos de
ellos», afirma Dagoberto Corante, un arquitecto chileno. Los residentes
de Calama y de las comunidades cercanas continúan culpando a la
NASA, la agencia espacial de los Estados Unidos, de las apariciones y
ataques de los misteriosos chupacabras que han matado animales
domésticos de la región y en otras partes del país.
Según Dagoberto Corante, una de estas criaturas fue capturada por
elementos de un regimiento local del ejército en una operación en la que
falleció un soldado, pero el ejército chileno se ha negado a comentar el
asunto. «Se dice que el animal capturado se mantuvo durante todo el
día en los barracones del regimiento hasta que llegaron los expertos de
la NASA para llevárselo», dijo Corante, un hombre muy conocido y
respetado en la zona donde el chupacabras se daba festines sanguinarios,
extendiendo el miedo entre la población. «El día que se supo del suceso,
los militares cerraron el aeropuerto de Calama durante varias horas para
permitir el aterrizaje de un helicóptero que traía científicos americanos,
aunque nadie está muy seguro de por qué cerraron un aeropuerto para que aterrice un helicóptero: esos aparatos toman tierra en cualquier
parte, y este hecho ha dado lugar a muchas especulaciones.»
Cuando visitamos Calama en julio del año pasado, entrevistamos a
diversos testigos sobre la presencia de personal americano en el área.
Uno de ellos, un oficial del ejército chileno, se retirará al final de este año, por lo que esperamos que esté dispuesto a relatar su experiencia.
El señor Vega también me contó que cuando comentó este caso con su
primo, que trabaja en el aeropuerto de Calama, se enteró de que un
avión de la NASA llevaba más de un mes allí, y que él mismo había
ayudado a descargar jaulas y equipos sofisticados. Durante un incidente,
el primo del señor Vega ayudó a cubrir el avión con un lienzo. Al
domingo siguiente ambos fueron al aeropuerto y el señor Vega vio, bajo
el lienzo que lo cubría, el logo de la NASA sobre las alas y la cola del
pequeño avión de pasajeros. Estos son algunos de los testimonios de
testigos oculares obtenidos en Calama que no fueron revelados por la
prensa. El señor Juan Vega es el director del Colegio Ecológico
Montessori, y tiene un máster en biología y química.
Hasta ahora ha habido encubrimiento por parte de las autoridades chilenas, y el senador Carlos Cantero se está preguntando: «¿Por qué?». Esperamos que las actividades de la NASA en la región salgan a la luz.

RUMOR: según un periódico local, La Estrella del Loa, el martes 1 de agosto
del 2000 la NASA usó el desierto de Atacama como campo de pruebas
para un vehículo de su Proyecto Marte, y se cree que también dejaron
allí tres experimentos genéticos (chupacabras) que forman parte de este
proyecto.

Científicos crean el alga GM, que crece sin luz solar
Reuters LT, 2001 15 de junio de 2001

Washington (Reuters). Un grupo de científicos declaró el jueves que han
diseñado genéticamente un tipo de alga que crece sin luz solar, una
innovación que podría recortar el coste de cultivar esta planta unicelular
usada en complementos dietéticos. La adición de un único gen ha hecho
que el alga renuncie a la luz solar como fuente de energía primaria —un
proceso conocido como fotosíntesis— y use glucosa, un azúcar, en su
lugar, según relataron los científicos en un estudio publicado en la
revista Science. El cultivo comercial de algas suele hacerse en grandes
estanques al aire libre, donde la contaminación por microbios y los
cambios de luz solar y temperatura pueden reducir la cantidad y calidad
de las plantas, dijeron los científicos. «La eliminación de la
contaminación implica que las algas pueden producirse con un alto nivel
de pureza para aplicaciones farmacéuticas o suplementos dietéticos»,
afirmó el coautor del estudio Kirk Apt, de Martek Biosciencias Corp.
Además de por los suplementos dietéticos, como el beta-caroteno y el
ácido graso DHA, las algas se usan en pigmentos fluorescentes para
etiquetados científicos, y en la comida de las piscifactorías industriales.
Los científicos también han declarado que el alga alterada por el gen
crece con una densidad quince veces superior a la del alga iluminada por
el sol, en parte porque las algas de los estanques al aire libre pueden
hacerse sombra unas a otras, lo que reduce la disponibilidad de luz. Para
conseguir que el alga, llamada Phaedactylum tricornutum, se alimentara de
glucosa u otro compuesto de carbono en lugar de luz solar, se le insertó
un único gen procedente de las células de la sangre humana o de otro
tipo de alga. Estos genes denominados transportadores de glucosa
cambiaron el metabolismo de las algas, haciéndolas comer glucosa y
permitiéndoles crecer en la oscuridad. Los científicos dijeron que los
futuros esfuerzos por cambiar el metabolismo de las plantas mediante la
ingeniería genética probablemente serán más complicados que la simple
adición de un gen. El alga Phaedactylum tricornutum fue elegida para el
experimento porque posee toda la ruta celular que la faculta para
deshacer la glucosa «preinstalada», y el gen adicional simplemente
permite que la planta aproveche su propia biología.