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Las Drogas


Las dos industrias más lucrativas de la Tierra son el tráfico de drogas (tanto ilícitas como legales) y el comercio de armas. Su proliferación es fruto de la insaciable sed que la Autoridad tiene de riqueza, poder y control sobre las vidas individuales y sobre la sociedad global... y ya es hora de que os deis cuenta de cómo y por qué esas plagas han caído sobre la raza humana y qué podéis hacer para frenar su proliferación en la sociedad global. La verdad respecto a su difusión en vuestro mundo es muy diferente de la historia y las mentiras con que os está alimentando. Procede de complejos mecanismos que se pusieron en movimiento hace muchos miles de años, evolucionando a lo largo de los siglos hacia una campaña total contra la humanidad entera -como se está manifestando a través del Orden Mundial para la dominación total.
Estimulando los aspectos inferiores de la conducta humana mediante la excitación del yo 'animal', aquellos que han gobernado sobre la raza humana os han manipulado llevándoos a estructuras sociales que proporcionan consumidores tanto como financieros de todas sus sucias actividades un mundo en el que los que 'tienen' y los que 'no tienen' luchan entre sí reclamando su pequeña parte del siempre esquivo pastel en el cielo.
Justo momentos después de vuestra infancia como raza, fuisteis arrancados del abrazo de la madre tierra y acorralados en campos de trabajo en las primeras sociedades terrestres, en los que habéis permanecido desde entonces. Desde los primeros momentos de vuestra historia, habéis sido utilizados para servir al Poder. Habéis pasado vuestras vidas compitiendo unos contra otros, mientras creabais una extraordinaria riqueza para la élite. Habéis luchado en guerras para ellos, convencidos de la necesidad, el
poder y el derecho de los amos. Habéis abrazado sus drogas y os habéisvuelto adictos a ellas... habéis aceptado la incesante explotación que los medios de comunicación han hecho de vuestros yoes 'animales'. Habéis envenenado la tierra, el mar y el cielo con vuestro derroche innecesario y con su visión a corto plazo.
EL COMERCIO DE DROGAS
Hemos compartido brevemente nuestras ideas respecto a la verdadera naturaleza del tráfico internacional de drogas, pero es importante que ampliemos nuestro campo de visión para incluir el problema de la droga más amplio que asóla vuestras sociedades opulentas. El consumo de drogas adictivas supone, en todos los sentidos, un atentado a vuestro bienestar y al viaje del alma y no cabe duda de que las personas armoniosas, equilibradas, no se inyectan conscientemente venenos mortales y adicciones en sus cuerpos... ¿no es así?
Es una locura -una forma de aversión hacia sí mismo y autodestrucción-, y a la mayoría de vosotros os resulta difícil imaginar una conducta tan aberrante. Sin embargo, a medida que observáis el estado de los asuntos sociales a través del zumbido de vuestros principales medios de comunicación y vuestras propias observaciones de la vida en la calle de las ciudades en que vivís, no podéis negar que un número cada vez mayor de individuos están haciendo eso permitiendo que les atrapen y les arrastren, atrapados en la hélice de la oscuridad.
Hay algunos que conscientemente se inclinan ante los amos oscuros los cuales son entonces rechazados como la escoria de la sociedad, considerados los desviados de vuestras comunidades, aparte de eso 'sanas'. Parece que tales percepciones alienantes resultan reconfortantes para aquellos que no sufren esas destructivas adicciones, como si de algún modo les dejara fuera del problema de la droga y sus implicaciones para la sociedad en su conjunto. Como si nunca pudiera pasarles a ellos o a sus seres queridos. Como si simplemente no fuese parte de su mundo, pero lo es ¿no es cierto?
El tráfico de drogas y la adicción a ciertas sustancias y las dependencias que genera no se limita al mundo de los traficantes, callejuelas y callejones de degenerados e inadaptados. Junto al comercio de droga ilícita y su profunda penetración en todos los niveles de vuestra sociedad global, existe un comercio de drogas paralelo, que consiste en una amplia variedad de drogas farmacéuticas de elevado precio (vendidas por respetables empresas farmacéuticas) y un enorme público multinacional que constituye una
clientela inagotable. Directamente implicados en el comercio se hallan prestigiosos doctores oficiales, cuya formación médica ha sido diseñada para enseñarles a sobremedicar a la población con poderosas (e innecesarias) sustancias químicas... y pacientes, que aceptan ciegamente sus diagnósticos y prescripciones. Demasiados seres humanos ingieren sustancias químicas de manera constante sin pensar, y la industria prospera -se hacen fortunas- gracias al convencimiento de estar enfermos y a tanta automedicación para anestesiar y suprimir cualquier dolor, las emociones negativas y los síntomas superficiales. Nos preguntamos cuándo permitirán que, con la proliferación de todo tipo imaginable de remedios rápidos, se perpetúa el malestar humano.
Si examináis la situación, no podréis dejar de daros cuenta de que, a pesar de vuestros avances tecnológicos y adelantos médicos, los habitantes de las naciones industrializadas parecen vivir más, ciertamente... pero en estados de salud mental, física y espiritual decadentes. Aquellos que son capaces de señalar con el dedo y condenar a los consumidores de drogas, mientras llenan sus armarios con toda una serie de remedios farmacéuticos sin receta médica -lo que define vuestros remedios 'socialmente aprobados'-, harían bien en reconsiderar el significado de la 'toxicomanía'. Sólo porque no formen parte de los opiáceos ilegales del traficante de la esquina no implica que sean de la generación desenganchada.
El primero es que los individuos de vuestras sociedades 'occidentalizadas' contemporáneas (las naciones capitalistas arquetípicas) tiendan a entregar su poder a soluciones fáciles y remedios rápidos, más que a explorar la totalidad (las causas y los efectos de sus acciones) y así sanar sus vidas, creando un permanente bienestar mental, corporal y anímico. Dentro de este contexto social fundamental, os pueden llevar a creer que, con el primer estornudo o el más mínimo dolor, tenéis que correr hacia la farmacia más próxima y atiborraros de Remedios increíblemente rápidos' para todo lo que os aflige.
El segundo es que el entorno crecientemente tóxico, el envenenado suministro de comida y la influencia negativa de vuestros medios de comunicación ofrezcan los parámetros fundamentales de enfermedad en vosotros, promoviendo malestar en un número cada vez mayor de la población, con el fin de que haya un mercado ilimitado y en aumento, disponible para ellos. Tened en cuenta que si comenzáis a creer que estáis bien y luego creáis y manifestáis esa armonía en vuestros cuerpos, no necesitaréis ya sus remedios portadores de grandes beneficios para vuestros constantes dolores.
Os estamos diciendo que las empresas farmacéuticas, 'reguladas' por la Dirección de Alimentos y Drogas y sus homólogos globales, están interesadas no en haceros el bien, sino en encerraros en estados de perpetua desarmonía y enfermedad crónica. De hecho, estos cuerpos reguladores están creados a nivel gubernamental para proteger y alimentar la inmensamente rentable industria farmacéutica, mientras pensáis que están trabajando para vosotros... ¿no es así? Tenéis que entender que sin vuestra enfermedad, sin una hipocondría colectiva y con vuestra fe en la capacidad del cuerpo para eliminar las fluctuaciones sintomáticas de su lucha contra la enfermedad, los 'farmacéuticos' se quedan sin mercado. Vuestra buena salud, queridos hijos, simplemente no es buen negocio.
¿Veis hasta qué punto vuestro malestar y vuestro sufrimiento colectivo es alimentado y estimulado a nivel social, para asegurar que compraréis sus fórmulas de 'remedio inmediato' y, al hacerlo, permaneceréis dependientes de la necesidad de sus drogas?
Nosotros creemos que eso es adicción. ¿Y vosotros? No debería sorprenderos que métodos de salud alternativos, como el uso de esencias de plantas y la imposición de manos, sean ridiculizados por la ideología dominante y se desconfíe de ellos. Ciertamente, observamos cómo la industria está intentando acallaros, erradicar todo movimiento de base que ofrezca alternativas y elección -prohibiros el que superviséis vuestro propio bienestar mente/cuerpo. Pensad en esto: si vosotros, como conjunto, os dais cuenta de que podéis crear y mantener una excelente salud vosotros mismos -sin sus drogas- ¿qué implicaría eso para sus beneficios?
El tercer paradigma comercial de la industria farmacéutica, por tanto, es que una sociedad enferma es una sociedad rentable... así que ¿adonde os lleva eso? Si todavía creéis que una industria que mueve muchos miles de millones de dólares y que prospera sobre vuestra enfermedad tiene como objetivo curar la enfermedad y el malestar, entonces sois más crédulos de lo que pensáis. Nosotros creemos que la venta legal de drogas farmacéuticas supone un peligro mucho mayor para los seres humanos que el comercio de drogas ilegales, pues lcomercialización y la aprobación gubernamental de tales drogas legítimas hace creer a la mayoría de la raza que son 'buenas' para vosotros y que las necesitáis para conservar vuestra salud y no sufrir ni siquiera un minuto de malestar.
Abrid vuestros armarios de medicinas. Examinad vuestros arsenales domésticos de productos farmacéuticos. ¿Realmente necesitáis esos brebajes químicos, de los que tan poco sabéis? ¿Qué estáis introduciendo verdaderamente en vuestros sistemas cuando os inyectáis sus vacunas mortales y os tragáis las píldoras y jarabes que prometen aliviaros de vuestras dolencias temporales?
Aunque los entornos crecientemente tóxicos de la Tierra plantean retos mucho mayores que nunca antes, el cuerpo humano (alimentado mediante un enfoque dietético equilibrado, un entorno saludable y una actitud mental positiva) no necesita sustancias químicas para mantener un equilibrio saludable. Bastantes de vosotros sois muy conscientes de la importancia de establecer una dieta equilibrada, de hacer ejercicio y de descansar suficientemente, por lo que no es necesario que desarrollemos estos temas aquí. Lo que es importante para nuestro diálogo es el uso que hacéis de la medicación como un modo de interrumpir los síntomas de desarmonía en el cuerpo -síntomas que han de considerarse indicadores de la condición física y tratarse debidamente, teniendo en cuenta todo el organismo.
Si tenéis dolor de cabeza, es una solución miope acudir inmediatamente a las sustancias químicas para eliminar el dolor -sustancias químicas que a largo plazo producen efectos secundarios en el cuerpo. La aspirina, por ejemplo, causa una pequeña pérdida de sangre en el estómago -efecto conocido del uso de la aspirina. Y, sin embargo, seguís consumiendo incalculables cantidades, como si el malestar provocado por un dolor de cabeza fuera un mal mucho mayor que la hemorragia interna. Sabed que los efectos secundarios se hallan en la mayoría de los medicamentos, para que vayáis pasando, en cierto sentido, de los remedios de alivio inmediato a otras sustancias químicas para suprimir los síntomas secundarios. Constituye, desde luego, una conspiración contra vosotros.
Hay todo tipo de píldoras: para dolor de cabeza, para malestar muscular, resfriados y gripe, indigestión, ansiedad, falta de energía, etc. Ahora bien, todos estos son síntomas de algún tipo de desequilibrio en vosotros que debe tratarse en el nivel de las causas -más que enmascarando los síntomas. Hay medicamentos para anestesiaros, para energetizaros, para calmaros, para animaros. Hay pastillas para lavar vuestros cerebros y confundirlos... éstas proliferan a medida que la depresión emocional de vuestros jóvenes y vuestros adultos alcanza proporciones pandémicas. Sobre los peligros de los medicamentos antidepresivos, ¡hay tanto que no sabéis! y sin embargo se prescriben abundantemente como remedio para el sufrimiento emocional y muchos de vosotros, demasiados, los aceptáis. Constituyen la declaración definitiva de vuestra incapacidad, como sociedad y como individuos, para tratar el malestar emocional de vuestras generaciones.
Recordad... nacisteis para la grandeza -seres con libre voluntad del Universo infinito. Chispas de la luz divina, sois ilimitados y brillantes, una súper-raza de seres. Sólo el temor y la ignorancia pueden arrastraros hacia los pozos sin fondo de vuestra imaginación... y aun así, recordad que podéis hacer que brille la luz en los abismos más profundos. Veréis que incluso desde la fría oscuridad pueden emerger paisajes nuevos y atractivos. También de esas visiones se aprenden muchas lecciones. Sed valientes y rebeldes, pues sois soberanos -directores de vuestro propio bienestar y guardianes de Gaia. Os animamos a liberaros de toda forma (mental o física) de drogadicción, recuperando lo que podáis haber entregado al Poder y devolviendo a la Diosa lo que hayáis tomado de la Tierra.
¿QUÉ PUEDE HACERSE?
Comprometeros, como primera medida, a reducir drásticamente la cantidad de datos televisivos y otras formas de publicidad que destrozan la paz de vuestra men-te y siembran las sugestiones hipnóticas para que os mediquéis. Los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños restringiendo el acceso a programas violentos y a videojuegos interactivos, donde se les entrena en conductas psicóticas y se les inculcan instintos asesinos. Examinad todos los productos farmacéuticos (especialmente los remedios sin receta) en vuestros botiquines: leed cada etiqueta, estudiad el contenido y preguntaros si podéis pasar sin ellos, eliminando todos los que podáis. Leed los prospectos. Estas sustancias químicas invasivas son dañinas y generalmente innecesarias. Enmascaran lo que produce el desequilibrio en vuestro ser. Aunque no se puede esperar que conozcáis la terminología química de los ingredientes, estudiad los 'posibles efectos secundarios' que se indican en la información ofrecida con la droga - ¿qué está introduciéndose en vuestros cuerpos? Sed conscientes de que podéis fácilmente ser 'contagiados' por las dolencias de los otros y comprometeros a estar bien -pedídselo a vuestros cuerpos-. Hablad de lo bien que os encontráis, vivid la irradiación de la buena salud y haced que brille para los otros. Vuestro luminoso reflejo ayudará a sanar el mundo.
- Eliminad, hasta donde sea posible, todos los alimentos y vitaminas sintéticos, pues crean desarmonía en vuestros cuerpos. Si tenéis que tomar un suplemento vitamínico, que sea un compuesto orgánico. Mejor todavía, seguid un régimen alimenticio en el que las vitaminas, los nutrientes y las enzimas los obtengáis directamente de una fuente natural de alimentación.
- Tened en cuenta los métodos de salud alternativos y el enfoque holístico del bienestar. Con frecuencia, os lanzáis al remedio antes de permitir al cuerpo que eli-mine el malestar. Es importante entender el origen de cualquier dolor o desazón; a menudo, su manifestación es el modo que tiene el cuerpo de expresar la causa y tenéis que escuchar... tenéis que experimentar el síntoma temporalmente para poder llegar a la raíz.
- Investigad terapias de masaje, yoga, sanación pránica y frecuentad las verdes praderas, escuchad el canto de los pájaros, respirad aire del campo... plantad flores por todas partes a vuestro alrededor.
- Cuando estéis cansados, descansad. Si estáis resfriados o tenéis el virus de la gripe, tendrá que seguir su curso y todavía no existe en la Tierra ningún medicamento que pueda evitarlo -ni lo habrá nunca, pues vuestro obsesivo enmascaramiento del resfriado y de los síntomas de la gripe constituye una de las líneas básicas más rentables del imperio farmacéutico. En muchos casos, el trastorno temporal es el modo que tiene vuestro cuerpo de conseguir que os
acostéis y apaguéis la máquina mental que os lleva a estados de extrema fatiga y a la enfermedad. Por tanto, más que atiborraros de todo tipo de jarabes, descongestionantes y antibióticos, abrigaos, dormid y descansad a gusto. Veréis cómo pasa y estaréis, de modos sutiles, mejor que antes.
- Si estáis nerviosos e irritables, es un signo de que vuestra vida ha perdido el equilibrio y más que atontaros con sedantes o antidepresivos, viajad a vuestro interior para hallar la verdadera causa de la irritación. Encontraréis que necesitáis más juego en vuestras vidas... más diversión... más movimiento. Salid al aire libre... a los árboles y los océanos y respirad en la Madre Naturaleza. Esto es tanto más válido para los niños, que están siendo medicados innecesariamente y con funestas implicaciones para su bienestar mental, físico y espiritual.
- Eliminad, en la medida de lo posible, venenos en vuestro sistema: cantidades excesivas de café, té, alcohol, azúcar, nicotina, aditivos alimenticios y todos los compuestos químicos que perturban el equilibrio natural. Experimentad con vuestros niveles de dolor. Encontraréis que podéis tolerar pequeños dolores de cabeza y pequeños malestares y que a menudo desaparecen por sí solos. Preguntad a vuestros médicos: deberíais saber exactamente qué os están prescribiendo antes de aceptar tomarlo. Y recordad que la mayoría de ellos han sido formados para tratar los síntomas tratar los síntomas tratar los síntomas tratar los síntomas más que las causas, igual que han sido introducidos en los mecanismos del mercado para medicar más que para curar.